Una alimentación saludable siempre debe ir asociada a un estilo de vida activo que nos permita mantener nuestro cuerpo y nuestra mente en forma. No debemos dejarnos llevar por las rutinas sedentarias, siempre hay momentos para integrar, de forma funcional, en nuestras vidas una actividad física adecuada a nuestras características personales. Como, por ejemplo, dejar nuestro coche e ir al trabajo caminando (o bajar una parada antes del metro o del autobús para los que el trabajo les quede a una distancia larga), subir las escaleras andando, en lugar de utilizar el ascensor o planificar un fin de semana en familia que incluya una actividad física como hacer una ruta por un sendero adaptado a la edad de nuestros hijos.
La educación es fundamental para conseguir que la población en general mantenga un estilo de vida activo, los niños que comprendan la importancia de mantener un estilo de vida activo probablemente serán adultos activos y trasmitirán este estilo de vida a sus hijos. Por eso, desde las escuelas es importante promocionar estilos de vida saludables y, no sólo desde el área de educación física, sino con iniciativas que proponga el colegio en su conjunto y si es posible implicando a las familias, como por ejemplo la que propone el CEIP "Enrique Soler" en Melilla: "Andando al cole".
En este bloque, además de tener la oportunidad de analizar un menú escolar también hemos podido analizar nuestro actividad diaria, lo que permite reflexionar y hacer cambios para mejorar nuestro estilo de vida.
Los ejercicios que hemos realizados son útiles también para realizarlos con grupos de alumnos y alumnas y posteriormente establecer un debate en clase sobre el tema que nos ocupa, por supuesto adaptándolos a las edades de cada grupo. Pienso que también sería útil incluir estas actividades en algún taller dirigido a los padres (escuela de padres). De forma que, los padres que lo necesiten, aprendan a completar con el resto de comidas del día el menú que sus hijos toman en la escuela de la mejor forma posible. Y que puedan analizar la actividad propia y de sus hijos para establecer los cambios oportunos en los hábitos familiares, de tal manera que les permita llevar un estilo de vida más saludable.
Para terminar, quiero dejar algunos enlaces con recomendaciones relacionadas con un estilo de vida activo y sus beneficios:
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